Si alguna vez te has cruzado con un wargame, es bastante probable que conozcas Warhammer. Este clásico juego de batallas fantásticas es muy conocido a nivel mundial, tanto por el juego en sí como por todos los productos que han surgido a partir de él, como videojuegos o literatura. La Novena Era (the Ninth Age) es su sucesor espiritual. Un wargame de batallas estratégicas con miniaturas fantásticas. Elfos, enanos, orcos y demonios pelean en un campo de batalla dirigidos por dos jugadores, tomando decisiones sobre cómo mover y utilizar sus tropas que luego llevarán a la victoria a uno de los dos.
Como cualquier wargame, en este juego se utilizan miniaturas para representar las tropas del ejercito, y modelos a escala de edificios, colinas, o cualquier otro accidente del terreno, para simbolizar dónde se encuentran. Se mueven las miniaturas tomando medidas sobre la mesa de juego, y cada unidad tiene sus propias estadísticas, como Fuerza o Movimiento, y sus propias habilidades especiales como “Disparo rápido” o “Vanguardia”.
Es uno de los wargames más jugados en el mundo y tiene 16 ejércitos distintos para coleccionar, además de utilizar un reglamento revisado por la comunidad de jugadores y con actualizaciones periódicas para comprobar la buena salud del juego. Si cualquier regla funciona mal o algún ejercito parece ganar más o ser más fácil que el resto, se aplican correcciones para fomentar el equilibrio.
Al igual que la mayoría de juegos del estilo, este es un juego muy polifacético, donde jugarlo es solo una parte. Pintar las miniaturas, decorarlas y personalizarlas, pensar una configuración de ejército e irlo mejorando o reunirse en un equipo para jugar torneos, son solo parte de las cosas que el juego incluye.
Al igual que la mayoría de juegos del estilo, este es un juego muy polifacético, donde jugarlo es solo una parte. Pintar las miniaturas, decorarlas y personalizarlas, pensar una configuración de ejército e irlo mejorando o reunirse en un equipo para jugar torneos, son solo parte de las cosas que el juego incluye.
Como nota curiosa, el nombre del juego viene a decirnos que es una continuación de Warhammer Fantasy Battles, ya que éste terminó en su octava edición con la serie The End Times. La Novena Era es, por tanto, un guiño a todos los seguidores de la saga.
¿Cómo funciona el proyecto The 9th Age (La Novena Era)?
Actualmente puedes descargar todas las reglas para jugar cualquier tipo de partida con cualquier ejercito de forma gratuita desde la web oficial del proyecto, en inglés (idoma oficial) y otros 7 idiomas adicionales incluyendo el español. Así que el juego, es completamente gratuito.
Además, cuenta con una gran comunidad donde preguntar cualquier duda, intercambiar ideas sobre tácticas, pintura, y cualquier cosa que se te ocurra sobre el juego.
The Ninth Age (La Novena Era) no es propiedad de ninguna empresa, ni fuerza a utilizar miniaturas concretas para jugar, sencillamente puedes utilizar las miniaturas de la marca que más te guste. Además, sus jugadores crean constantemente contenido adicional para él y lo cuelgan en la web, como ejércitos alternativos para jugar con ellos, métodos de juegos mas narrativos…
Por último, los ejércitos y sus reglas van actualizándose por la comunidad poco a poco, para tener un juego cada vez más sencillo, sólido, divertido y equilibrado. Esto significa que si crees que tu unidad preferida de tu ejercito favorito no es muy buena, probablemente alguien se dé cuenta de ello y la mejore un poco para que puedas jugarla. Esto lo convierte en un wargame realmente especial, dado que va creciendo y mejorándose poco a poco sin necesidad de estar atado a cifras de ventas.
El trasfondo de La Novena Era
El trasfondo del juego se enmarca en la fantasía tradicional, bebiendo mas de Tolkien y Moorcock que de contemporáneos como Sanderson o Rothfuss, y está claramente basado en el viejo mundo, el trasfondo original de Warhammer. Así que si estás familiarizado con él y te gusta, tienes ya bastante ganado, o puedes, directamente, transportarlo a él mientras juegas.
Se sitúa en lo que podría ser una baja edad media, donde orcos, elfos, ogros e incluso demonios cohabitan, y que en función de la facción, oscila un poco más hasta el renacimiento (Imperio de Sonnstahl) o incluso el periodo clásico (Enanos infernales), siendo cada facción una referencia más o menos clara de alguna cultura histórica real, consiguiendo así crear un mundo de fantasía en el que un fan de los wargames históricos puede encontrar referencias muy sencillas, y una buena variedad de armas, estilos y tácticas que pueden atraer a todo tipo de jugadores.
La magia es también un componente muy importante tanto dentro del trasfondo como del propio juego, pues todas las facciones cuentan con poderosos hechiceros que pueden extraer energía del Velo, el plano mágico del mundo, para manifestar poderes que pueden alterar visiblemente el curso de cualquier batalla.
La geografía del mundo y las relaciones entre las distintas facciones están claramente enfocadas al juego, lo que significa que si te interesa profundizar en la historia del mismo, no vas a tener ningún problema. No importa entre qué dos ejeécitos quieras jugar una batalla, lo que es una ventaja con respecto a juegos históricos, donde enfrentar samuráis contra caballeros franceses puede fastidiar un poco la inmersión.
¿Cómo se juega a La Novena Era?
El juego se desarrolla normalmente entre dos ejércitos, dirigidos cada uno por un jugador, que ha creado ese ejercito de antemano a su gusto. Ambos se alternan durante seis turnos moviendo sus unidades, lanzando hechizos y combatiendo, hasta que uno de los dos resulta ganador al final del sexto turno.
Hay muchas formas de jugar al juego, y según el ejército que utilices, podrás enfocar tu victoria de una forma u otra, además de los escenarios especiales o minijuegos que puedes encontrar en la página oficial.
Configurar un ejército para La Novena Era
Antes de comenzar la partida, posiblemente antes incluso de encontrarte al otro jugador, debes crear el ejercito que vas a jugar. Esto se hace utilizando uno de los libros (hay uno por ejercito) que puedes encontrar en la web oficial, donde se te especifican las unidades que puede utilizar tu ejército, los límites que tienen y sus opciones.
Cada unidad u opción tiene un coste que deberás ir sumando, hasta un máximo de 4500, esto te ofrece muchas posibilidades, y hace que dos ejércitos de la misma facción no tengan por qué tener un solo tipo de unidad en común.
Aunque para empezar, puedes consultar muchos ejemplos de ejércitos en la página oficial, si no quieres complicarte con ese tema.
Existen también programas y paginas web que te ayudan con el proceso si quieres hacerlo más rápido, como newrecruit o t9abuilder.
Las fases del juego La Novena Era
A la hora de jugar, cada jugador juega 6 turnos, alternándose los de un jugador y los de el otro, es decir, primero el turno 1 del jugador A, luego el turno 1 del jugador B, turno 2 del A, turno 2 del B… Y en su turno, un jugador puede mover, combatir y disparar con todo su ejercito sin interrupciones.
Antes de comenzar esta secuencia de turnos, los jugadores despliegan sus ejércitos según las reglas acordadas, y al acabar los puntos, se comprueba quién es el ganador, y por cuánto margen.
Cada turno se divide en 5 fases:
Fase de carga: Es una de las más importantes del juego porque es donde se decide si quieres combatir con tu enemigo y con qué unidades, si alguna unidad esta suficientemente cerca del enemigo, puedes decidir que esa unidad cargue, y las dos unidades se trabarán en combate de ahora en adelante.
Fase de movimiento: Durante la fase de movimiento podrás mover cada una de tus unidades que no esté combatiendo con tu enemigo. Cada unidad puede moverse una cantidad concreta de pulgadas en la dirección que quieras, y algunas maniobran de forma distintas a las otras, es algo parecido al ajedrez, donde tienes unas piezas más móviles que otras, y debes hacer que todas trabajen en conjunto cubriéndose entre ellas.
Fase de magia: Aquí es donde puedes hacer uso de tus hechizos y los magos que tengas, si los tienes, y tu oponente puede intentar defenderse. Tienes un número de dados para intentar lanzar hechizos, y el enemigo otro número para intentar evitarlo. En The Ninth Age (La Novena Era), los hechizos son muy poderosos y pueden cambiar el ritmo de la batalla entera, así que es una fase bastante emocionante.
Fase de disparo: Es posiblemente la más sencilla, y simplemente tienes que elegir a qué enemigo dispararán las unidades con un arma a distancia y tirar los dados para ver cuánto daño causan.
Fase de combate: Esta es la última fase, y en ella las unidades que hayan cargado en una fase de carga anterior, podrán combatir. Cada unidad tiene sus capacidades y habilidades especiales que interactúan con las de la unidad enemiga, y por medio de dados se averigua cuantas bajas ha causado cada unidad en la enemiga, y si una de las dos huye del combate, presa del pánico y la desmoralización.
La puntuación en La Novena Era
Una vez los 6 turnos de cada jugador han llegado a su fin, la partida acaba, y hay que hacer un sencillo cómputo para ver quien es el ganador. Las unidades que hayas eliminado o hecho huir del enemigo cuentan, así como el objetivo de la partida, que es una meta-táctica determinada de antemano.
Con esto contado, tendremos una puntuación, que dividirá 20 puntos entre los dos jugadores, por ejemplo, 10-10 para un empate, 12-8 para una victoria leve, o 18-0 para una derrota aplastante.
Esto, además de darte una idea de cómo de bien has dirigido a tus tropas, es importante porque el juego puede jugarse por equipos, y tu puntuación se suma a la del resto de tu equipo para ver qué equipo es el ganador, de forma que la batalla que estás jugando se vuelve más relevante, pues perder o ganar de un poco más o un poco menos, puede suponer la victoria para tu equipo.
Material complementario para jugar a The 9th Age
Además de las miniaturas, los dados, cinta métrica y el campo de batalla (que podríamos considerar elementos indispensables), hay ciertas ayudas de juego que te pueden facilitar y aligerar la partida, no son necesarias, pero a la hora de jugar son agradecidas.
Cartas de magia: Durante la fase de magia, puedes usar cartas para generar de forma mucho más cómoda los dados de los que dispone cada jugador. Una sencilla baraja de 8 cartas bastará para esto. O si quieres el pack completo, también puedes tener una carta para cada hechizo que quieras utilizar, lo que servirá para recordar cuales has lanzado, y para poder leer fácilmente sus efectos.
Marcadores: Pequeñas monedas, cuentas, o cualquier otro tipo de señalizador es interesante, para contar cuantas heridas han recibido las miniaturas grandes, recordarte con qué unidades has decidido cargar, o llevar la cuenta del poder mágico que te queda.
Bandejas de movimiento: Las miniaturas se agrupan en unidades, y estas adoptan formaciones, posiblemente la ayuda más importante de todas estas sean las bandejas de movimiento, ideadas para poder mover todas las miniaturas de una unidad a la vez manteniendo su formación.
Láser: Un puntero láser de línea puede servirte para medir con mucha facilidad si una unidad puede trazar una linea hacia otra, que es muy útil para saber si puede dispararle o cargarle.
Angulímetros: Las unidades trazan línea de visión desde las esquinas de su formación, y un pequeño angulímetro puede ser muy cómodo para colocarlo sobre la esquina de una unidad y poder saber de un vistazo a qué otras miniaturas puede ver, o cuáles están en su flanco.
Las facciones de La Novena Era
Llegados al juego, el primer paso es elegir con qué facción vamos a iniciarnos. El objetivo del juego es que cada una cuente con sus fortalezas y debilidades, y su propio estilo de juego. Desde los Kanes ogros, perfectos si te gusta cargar y destrozar al enemigo en cuerpo a cuerpo hasta los lentos pero resistentes Bastiones enanos, cada una de las 16 facciones disponibles para el juego es apropiada para un tipo de jugador. Aunque no es raro que los jugadores acaben con varios ejércitos distintos una vez dominen los rudimentos básicos del juego, al fin y al cabo, siempre es agradecido tener varias formas de aproximarse a la batalla para añadir variedad a la experiencia de juego.
- Rebaños de bestias (Beast Herds - BH)
- Legiones demoníacas (Daemon Legions - DL)
- Elfos de la oscuridad (Dread Elves – DE)
- Bastiones enanos (Dwarven Holds - DH)
- Imperio de Sonnstahl (Empire of Sonnstahl – EoS)
- Enanos infernales (Infernal Dwarves – ID)
- Reino de Equitania (Kingdom of Equitaine – KoE)
- Elfos Nobles (Highborn Elves – HE)
- Kanes Ogros (Ogre Khans – OK)
- Orcos y goblins (Orcs & Goblins – O&G)
- Saurios ancestrales (Saurian Ancients - SA)
- Elfos silvanos (Sylvan Elves – SE)
- Enjambres de alimañas (Vermin Swarm – VS)
- Dinastías eternas (Undying dynasties – UD)
- Cónclave vampírico (Vampire covenant – VC)
- Guerreros de los dioses oscuros (Warriors of the Dark Gods - WotDG)
Venidos directamente a través del velo las legiones demoníacas son los siervos directos de las fuerzas del caos y los mayores enemigos de la humanidad, alineados con los ocho pecados capitales son el ejército que más temor inspira a la mayor parte del continente.
Sobre la mesa, el ejercito se mueve rápido y sus tropas tienen roles muy específicos, funcionando como una navaja multiusos, con una hoja para cada necesidad. Sus personajes son poderosos monstruos y su capacidad para la magia no tiene rival, aunque también son tremendamente vulnerables a la magia rival. Todo el ejército cuenta con una defensa especial que les permite aguantar cualquier ataque.
Entre las razas más duras y antiguas del juego encontramos a los enanos, los mayores comerciantes e ingenieros del continente se someten a sí mismos a una disciplina de hierro. Valientes y recios pelean contra orcos, alimañas y engendros aún peores para defender sus ciudades en las montañas y nunca olvidan una ofensa, aunque tengan que esperar una centena de años para vengarla.
Son el ejército con mejor artillería del juego y las tropas más resistentes, cargadas con armaduras y armas de buena calidad, pero su debilidad es la movilidad, que suplen con máquinas voladoras y artillería que acosan al enemigo mientras cargan hacia él.
Si piensas empezar con un ejército de Bastiones enanos, plantéate hacerte con lo siguiente:
Rey Enano en trono de guerra: El rey enano inspira odio al enemigo en todas las tropas, y puede aguantar contra cualquier monstruo o personaje enemigo, el mejor general para tu ejército por derecho.
Tiradores del clan con ballesta: Cuando se trata de ser lento, nada mejor que obligar al enemigo a venir hacia ti, y con un par de unidades de ballesteros enanos, a tu adversario van a sobrarle los motivos. Cópteros a vapor: No hay mejor manera de demostrar que tienes los mejores ingenieros del mundo que avanzando con helicópteros sobre tu enemigo, uno o dos nunca sobran en un ejército enano, aportando la flexibilidad y movilidad que necesitan.
La facción más icónica del juego. Simulando a la Europa de principios del renacimiento, son el mayor imperio humano del continente, sus exploradores comercian y exploran cada rincón del mundo y sus ingenieros desarrollan máquinas y armas con las que defender sus fronteras. Son un imperio en alza a pesar de las muchas amenazas con las que combaten a diario.
Estar al mando del Imperio de Sonnstahl es estar al mando de un ejército equilibrado donde las tropas aguantan a pura fuerza de disciplina y valor, sin la agilidad de los elfos o la entereza de los enanos, el imperio de Sonnstahl tiene que confiar en sus tácticas, la coordinación entre sus unidades y la disciplina que imponen sus personajes para salir victorioso de cualquier batalla.
A la hora de empezar a coleccionar Imperio de Sonnstahl es buena idea poner tus manos sobre:
Tanque de vapor: La mayor maravilla de la ingeniería imperial, y una máquina única, puede mantener un flanco ella sola y hay pocas cosas tan duras como este tanque en el juego, solo puedes llevar uno por ejército, y es por que es una magnifica idea hacerte con el.
Infantería pesada: La infantería es la primera linea de un ejército imperial, con lanza, con alabarda o simplemente con su espada y su escudo, nunca son suficientes. Guardia imperial: Si seguimos hablando de infantería, esta unidad es la más dura del ejército, veteranos de guerra bien entrenados y de un valor inquebrantable, debes hacerte con algunos para defender a tu general.
Parecidos a sus hermanos de los bastiones enanos, esta civilización cuenta con grandes ingenieros y tropas duras y valientes, pero tomaron hace tiempo otro sendero muy distinto, y se dedican a la esclavitud y el pacto con demonios y dioses antiguos. Su presencia es temida por casi todos los pueblos humanos, y cuando acuden a la batalla lo hacen envueltos en llamas del mundo antiguo.
En la batalla, los Enanos infernales cuentan con grandes bloques de infantería tanto de enanos bien equipados, como de esclavos prescindibles que enviar a morir por sus amos. Juegan lento y seguro, avanzando imparables mientras sus maquinas de guerra debilitan al oponente y algunos apoyos demoníacos le impiden moverse a gusto.
Para comenzar a coleccionar un ejército de Enanos infernales nada mejor que:
Inmortales: La tropa de élite favorita del ejército. Una gran protección para cualquier personaje y un yunque con el que mantener cualquier punto estratégico del terreno, hacerte con unos cuantos siempre es agradecido.
Señor Supremo: Temido en todo el continente, el señor supremo ha acumulado armas mágicas y riquezas como para estar preparado para cualquier enemigo, y dirige a sus tropas con puño de hierro a la batalla, hazte con uno para que inspire terror también en tus enemigos.
Vasallos: Las tropas prescindibles del ejército, puedes mandarlas a tomar un objetivo de poca importancia, apoyar en el combate, ralentizar a tu enemigo o sencillamente flanquearlo, cuantos más mejor.
Son la segunda facción humana del juego, y se alzan a fuerza de sus valores del honor y el sacrificio personal desde que su rey unificara a todos los pueblos que antes conformaban el reino. Para muchos en el continente su estilo está anticuado y sus grandes ejércitos de caballería son ineficaces, pero sus conquistas y sus victorias dicen bien alto lo contrario.
Una vez en la batalla, el Reino de Equitania se vale de grandes unidades de caballería en su formación única de lanza para cargar y destrozar al enemigo. Con mucha armadura pero un número reducido, aunque también pueden desplegar masas de campesinos para poder contener al enemigo y posicionarse para una mejor carga. Un ejército muy rápido pero no muy maniobrable, con grandes cantidades de armadura.
Si quieres comenzar a jugar con Reino de Equitania deberías pensar en:
Duque a caballo: Un ejército de Reino de Equitania debe tener un Duque dispuesto a inspirar a sus tropas, si no más de uno, cada uno que introduzcas en tu ejército podrá acceder a distintas virtudes caballerescas con habilidades especiales, así que hazte con uno o dos como mínimo.
Caballeros del reino: Son la principal fuerza de caballería de tu ejército, listos para cargar sobre cualquier enemigo y romper sus filas y con armaduras pesadas para aguantar contra los enemigos más duros, un par de unidades pueden serte muy útiles. Caballeros del grial: La élite de la élite del contingente de Equitania. Su habilidad en combate es casi sobrenatural y las bendiciones que les afectan los hacen más difíciles de derrotar que cualquier otro caballero, inmunes al miedo y confiables, una unidad siempre es una buena idea.
Los elfos son ágiles y expertos en el uso de la magia, su civilización lleva varias edades existiendo y su disciplina es admirada en todo el mundo, son uno de los mayores defensores del mundo contra el caos, y gobiernan desde una gran isla estratégicamente posicionada. Vanidosos y con motivo para serlo, sus exploradores han cartografiado el mundo entero.
Una vez en la mesa de juego, los elfos nobles son un ejército de élite especializado, con unidades de infantería débiles pero tremendamente ágiles y competentes, su magia es de las más poderosas del juego y tienen grandes hechizos defensivos. Son el único ejército que puede desplegar no solo más de un dragón, si no el dragón más poderoso.
Si quieres comenzar a jugar con Elfos nobles, las siguientes unidades son un punto de inicio perfecto:
Guardia del león: Especializados en acabar con monstruos y defender a tus personajes, sus armas a dos manos pueden hacer picadillo a cualquier unidad por grande o dura que sea, una unidad siempre será bienvenida en tu ejército.
Mago: Teniendo una de las mejores potencias mágicas del juego y la mejor defensa contra ella, sería un desperdicio no incluir uno o varios magos en tu colección. Caballeros nobles: Una de las unidades más rápidas y con mejor armadura del libro, perfectos para tomar puntos estratégicos y lanzar una carga contra el enemigo, no te arrepentirás de hacerte con ellos.
Los Kanes ogros están formados por parte de las criaturas más duras y fuertes del continente, sometidos desde su nacimiento a una vida nómada donde solo sobrevive el más fuerte, todos ellos saben combatir, y su enorme altura en comparación con un humano les ayuda con eso. Suelen ganarse la vida como mercenarios para cualquier otra facción, a cambio de comida que devoran de forma ingente, aunque también libran sus propias batallas contra quienes no respetan sus costumbres.
Dentro del juego son un ejército principalmente conformado por tropas monstruosas, lo cual los hace una facción única. Se especializan en cargar sobre el oponente rápido y con una fuerza devastadora, aunque su falta de una buena armadura y agilidad pueden pesarles contra facciones con potencial a larga distancia.
Si quieres coleccionar la facción más única del juego, deberías empezar con:
Uro de piedra: Este mamut gigante es la criatura más devastadora en carga del juego, puede arrasar con cualquier otro monstruo o incluso unidades enteras, y su duro esqueleto le hace sobrevivir incluso a los cañonazos, incluye uno o dos para completar tu ejército.
Ogros de la tribu: Incluso los miembros más normales de una tribu ogra pueden acabar con varios humanos por ellos mismos, y con sus grandes piernas cargan a más velocidad que un elfo, hazte con varios de ellos para usarlos como base para tu ejército. Cazador ogro: Móvil, duro y curtido en cientos de batallas un cazador ogro aporta al ejército la capacidad de controlar al rival y limitar sus movimientos, esta unidad rápida y fuerte puede encontrarse en casi cualquier composición de ejército ogra.
Estas criaturas violentas y maliciosas pueden encontrarse a lo largo de todo el continente y viven solo para el combate. Solucionan cada disputa a golpes incluso entre ellos, y aunque son desorganizados, su alto número y su extraordinaria fuerza bruta los convierte en una amenaza para cualquier facción. Un gran comandante orco puede reunir a miles de efectivos bajo su mando.
En el terreno de juego suelen contar con superioridad numérica y múltiples distracciones para el enemigo, que tiene que lidiar con ellas mientras el verdadero ejército se acerca a él para sepultarlo. Sus tropas son torpes y lentas pero muy fuertes, y cuentan también con monstruos resistentes con los que apabullar a sus contrincantes.
Si estas pensando empezar con Orcos y goblins deberías comenzar con:
Gargántula: Una araña gigante realmente difícil de derribar, puede cruzar bosques y ruinas rápidamente con sus patas y acabar con sus enemigos con su aguijón venenoso, agradecerás su ayuda en el campo de batalla.
Goblins: Baratos y prescindibles, siempre es útil contar con un buen número, que colocado con buena mano, puede ser un incordio increíble para tu oponente, una gran unidad puede verse en casi cualquier ejército. General orco: Si un orco es fuerte y brutal, los generales orcos son combatientes portentosos y pueden hacer frente a cualquier otro personaje mientras mantienen organizado y disciplinado a tu ejército, es la opción adecuada para dirigir a tus tropas.
La raza más misteriosa y antigua del mundo, cuando los elfos nacían ellos ya habían construido sus ciudades, y levantado un imperio. No se sabe cuándo o por qué, su civilización cayó, y los que ahora quedan, son solo una sombra de lo que antaño fueron, manteniendo vivos los antiguos planes de sus monarcas y compitiendo con los mismísimos demonios en un poder mágico que sus ancestros les legaron.
En la mesa de juego los Saurios ancestrales son un ejército muy sólido con un gran poder mágico. Sus tropas son lentas y duras, o rápidas y débiles, creando un equilibrio divertido de jugar, que acompañan con grandes dinosaurios montados por lagartos con los que aplastar las infanterías enemigas.
Si te decantas por los Saurios ancestrales como tu ejército, deberías adquirir:
Guerreros Saurios: Duras, fuertes, y con escamas como el metal, las unidades de saurios son perfectas para tomar un objetivo estratégico o aguantar contra el enemigo hasta que tus grandes dinosaurios o tus hechizos acaben con él.
Señor Cuatl: Uno de los magos más poderosos y versátiles del juego, el Señor Cuatl es el general más común de los ejércitos de Saurios ancestrales, sus proyectiles y potenciaciones mágicas son en sí una forma de ganar la partida. Bestias armadas: Bestias entrenadas para combatir al enemigo a distancia y mermar sus tropas para cuando lleguen al combate, estas unidades son capaz de hacer trizas unidades de infantería enemigas si se colocan en el lugar adecuado.
Habitantes y defensores de los bosques de gran parte del continente, los elfos silvanos se han unido a los espíritus de la naturaleza y defienden su terreno junto con arboles andantes y duendes. Reconocidos como los mejores arqueros del mundo, son crueles y caprichosos y tratan sin compasión a cualquiera que mancille sus bosques sagrados.
En la batalla los Elfos silvanos son rápidos y certeros, confunden al enemigo mientras le disparan para más tarde elegir cómo y cuándo combatir, seleccionando los enfrentamientos más beneficiosos para ellos. Pero son uno de los ejércitos más vulnerables del juego si llegan a cogerlos. Cuentan también con resistentes unidades como los hombres árbol para detener al enemigo en seco.
Para comenzar a coleccionar Elfos Silvanos este es el mejor punto de inicio:
Arqueros Silvanos: Con los arcos más devastadores del juego esta tropa puede dejar al enemigo tan mermado como para que una de tus otras tropas rápidas sencillamente le pase por encima acabando con él.
Hombre árbol: Duro y resistente, puede detener el avance enemigo durante mucho tiempo, aguantando una posición mientras tus arqueros se retiran o tus jinetes se preparan para cargar, pisoteando mientras tanto al enemigo. Príncipe forestal: Maestro tanto del tiro con arco como del combate cuerpo a cuerpo, esta versátil figura es siempre bienvenida como general de una fuerza, aportando versatilidad y potencia a cualquier ejército.
Antiguos reyes y nobles vivos incluso después de la muerte solo a base de fuerza de voluntad y espíritu, estas legiones cuentan con sus antiguos siervos, aunque ahora no sean más que esqueletos animados por la magia para combatir entre sus filas, así como terribles monstruos creados a través de la piedra y la arena.
Los ejércitos de Dinastías eternas son lentos pero imparables, cuentan con grandes números de torpes esqueletos a los que pueden revivir, poderosos magos, y grandes criaturas de piedra para aplastar a sus enemigos, cercándolos y controlándolos poco a poco hasta caer sobre ellos con todo su potencial.
A la hora de plantear una fuerza de Dinastías eternas, estas unidades pueden ser de mucha utilidad:
Esqueletos: Cuantos más mejor, son baratos y puedes revivirlos para empantanar a tu enemigo en una horda de ellos mientras tus monstruos acaban con el. Consigue un buen número.
Esfinge: Uno de los monstruos con más resistencia del juego, que además puedes reparar durante la partida, además de una miniatura enorme donde poder demostrar tus capacidades para la pintura, una adición segura a cualquier ejército de Dinastías eternas. Faraón: Un gran comandante que puede hacer combatir a tus no muertos a la altura del resto de ejércitos y defenderse en combate de cualquier otro comandante enemigo, una figura espectacular y genial para dirigir tu fuerza.
Hace mucho que trascendieron la vida mortal, y las rencillas y guerras son terribles incluso entre sus propios bandos, estos seres malvados y manipuladores buscan un poder más allá de cualquier ser vivo y parece que desde el principio de los tiempos, siempre desde las sombras, han estado manipulando el destino del mismo mundo, tramando ocultos en contra de los mortales.
El cónclave vampírico es un ejército muy diverso con varios estilos de juego, pero uno común a todos ellos, el desgaste. Su capacidad para revivir o incluso crear tropas de la nada les convierte en expertos en ralentizar y controlar al enemigo hasta tenerlo donde más vulnerable es, y entonces cerrarse en torno a él.
Para comenzar a jugar con Cónclave Vampírico estas son buenas sugerencias:
Conde Vampiro: Indispensable en cualquier ejército, y en cuanto aprendas a jugar, querrás tener varios, personalizables para desempeñar cualquier rol en tu estrategia, son la opción perfecta para empezar.
Zombies: Los siervos más torpes de los vampiros y la carne de cañón de esta facción, pueden levantar decenas en un solo turno y convertirse en la pesadilla del enemigo que no puede moverse entre ellos, nunca son demasiados. Várgola: La Várgola es una bestia vampírica tremendamente fuerte, rápida, y resistente, una miniatura versátil y sin debilidades que golpeará sin piedad al enemigo donde más lo necesites, una o dos siempre son agradecidas.
El hobby de Novena Era
Tan importante como el juego es el hobby en si mismo, la parte artística del juego, que además te permite disfrutar de el sin tener que reunirte con nadie. Pintar tus miniaturas, personalizarlas, construir un campo de batalla para ellas… The ninth age tiene facetas de sobra para expresar la creatividad y desarrollar arte.
Pintura
Pintar tus figuras puede ser una de las mejores partes del hobby. Hazte con algunas pinturas, unos pinceles, y preparate para la sensación de espectacularidad de un ejército completamente pintado. Además, aunque no tengas práctica previa, internet esta lleno de tutoriales, tanto en video como por escrito, e incluso existen revistas y cursos especializados en este tipo de pintura.
Además, no es solo cuestión de que tus miniaturas queden mejor o la satisfacción de verlas todas en conjunto. Si quieres, puedes crear tus propios esquemas de pintura: colores para los uniformes o las armaduras, estandartes, decorar las peanas según el terreno… Tu ejército puede ser completamente distinto al de el resto del mundo, y la sensación de verlo en el campo de batalla contra el enemigo es increíble.
Conversiones
Hablando de personalizar, incluso puedes adecuar las miniaturas a tu estilo. No solo existen cientos de marcas que producen miniaturas acordes para jugar a La Novena Era, si no que puedes utilizar piezas de distintas unidades, o incluso esculpir las tuyas con un poco de masilla, para que tus personajes sean completamente únicos. Quizá quieres que todos los yelmos de tu unidad tengan un penacho, o que tu unidad de lanceros preferida tenga un pendón colgando de su lanza, las posibilidades son infinitas, y puedes ver mil ideas en la página oficial del juego.
Escenografía y campos de batalla
Por último, cuando enfrentas dos ejércitos espectaculares en el juego, la guinda del pastel, es el propio campo de batalla.
Puedes jugar en un prado verde, con una gran iglesia en ruinas y algunos antiguos muros aún en pie, o en un antiguo desierto donde una solitaria pirámide domine una colina entre antiguas ruinas ya olvidadas, decenas de compañía venden elementos de escenografía desde los más realistas y sobrios hasta los más exóticos, para que tus tropas se enfrenten en el campo de batalla que más te inspire o más acorde te parezca, así que no dudes en echar un vistazo al mercado o incluso pensar en fabricar tu tus propios elementos, por que la visión de dos ejércitos enfrentándose sobre un territorio con accidentes y evocador, es sencillamente increíble.
Juego competitivo
Por último, y si te interesa esta faceta, La Novena Era cuenta con una gran escena de juego organizado competitivo, con un mundial cada año, un circuito para acceder a él, y varios torneos de distintos niveles a los que apuntarte y con los que compartir el hobby con más gente nueva.
La escena competitiva esta organizada principalmente por equipos, donde entre 4 y 8 jugadores se unen en un equipo en el que cada uno juega una facción distinta y colaboran para conseguir la mayor cantidad de puntos.
Si te interesa, deberías estar atento al ETC, que es el torneo mundial más importante del juego y se celebra anualmente, puede ver más información sobre esto en la página web oficial.
Además, en la propia web, hay un localizador de clubes y torneos, donde puedes comprobar donde se celebran torneos cerca de ti.
Si vives en España y quieres competir, cada año se celebran varias docenas de torneos, incluyendo los TOE, o torneos clasificatorios, donde puedes optar para ser el equipo que represente a el país en el mundial, así que busca un club cerca de ti y empieza a preparar tu ejército favorito.
Está claro que si algo es La Novena Era, es un juego completo, desde su faceta artística, con pintura y modelismo, hasta su faceta competitiva, con docenas de torneos, pasando por las posibilidades que ofrece su trasfondo, sus estilos de juego, o sencilla y llanamente su comunidad. Así que… ¿A qué esperas?
